Se dice estornudo, cuando los pulmones tienen la necesidad de limpiar las mucosidades o de despejar la nariz de posibles esporas o polvo. La capacidad pulmonar es tremendamente fuerte, ya que a la hora de estornudar, es capaz de alcanzar una velocidad de hasta 160km/h.
A consecuencia de esto, los movimientos que tenemos son involuntarios, tal como demostramos al encogernos de hombros, tirar hacia delante o cerrar los ojos, todos movimientos imprescindibles, ya que si estornudamos con los ojos abiertos corremos el riesgo de que éstos salgan de sus órbitas, debido a la gran fuerza con la que expulsamos los residuos nasales. Por eso ¡es imposible estornudar con los ojos abiertos! Aunque parece que este hombre lo consiguió.
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